miércoles, 24 de abril de 2013

Quizá sea tarde


     No podrás comprender nunca que es lo que se le pasaba por su cabeza. No has vivido como él y ni si quiera sabías sí lo que te decía en cada momento era su verdad o la estaba decorando para que fuese tú verdad y no la suya. Su vida no fue difícil ni tampoco fácil, los demás son los que la hicieron de ella un reto diario, sin casi premios al final de cada victoria que alcanzaba.

     Y ahora es cuando de verdad intentáis saber que ha pasado. Pues que él decidió seguir lo que creía que podía ser mejor. Siguió su idea para vivir, que tampoco supo si hizo bien o mal. Ahora ya no puede saberlo ni volver atrás, no porque él no quiera, sino porque nos dejó.

     Ahora lloráis, os dais cuenta de lo que podríais haber hecho y ni si quiera hicisteis. Sentís una culpabilidad que se transformará en frustración, pero pasado varios días, volveréis a vuestra vida, olvidando ligeramente su perdida, y al final no recordaréis.

     Él no supo sí quizá lo hizo bien o mal, lo único que aprendió es que debía de hacer lo que creía correcto en cada momento, cosa que las personas que le estuvieron llorando no hicieron nunca y aun así se creen que su vida es difícil. Decidir que preferís en la vida y cuando lleguéis al cambio sabréis que es que todo vaya contra ti, nadie te apoye y sentirte como si estuvieras en el agujero más grande que jamáis hayáis visto, luchad ahora y tendréis la oportunidad de poder salir de ese agujero y sentir la satisfacción de haber luchado por lo que queríais, como hizo él. De lo que si se podría arrepentir es de no haberlo hecho antes.

     No ser apoyado en cada decisión que tomes es normal, lo raro sería ser apoyado en todo lo que hicieras. 

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